Profumo Di Firenze XXV Marzo

¡Ahhh, XXV Marzo de Profumo di Firenze! Este es de esos perfumes que tienen clase con actitud. Huele como entrar a una biblioteca antigua en el centro de Cusco, con techos altos, madera crujiente y sol filtrándose por las ventanas. Es elegante, cálido, con esa vibra intelectual que no necesita demostrar nada... pero igual lo hace.

Desde el primer spray te recibe una mezcla deliciosa de resinas, incienso suave y un toque ambarado, como si alguien hubiera derretido gotas de ámbar en una copa de vino tinto. Hay un fondo especiado, un poco seco, pero nunca áspero. Se siente como caminar por los pasillos de una iglesia antigua en el casco histórico de Santiago, donde el aire guarda siglos de historia, y tú estás ahí oliendo misteriosamente bien.

Este no es un perfume para cualquiera. Tiene un aire contemplativo, introspectivo… como para usarlo mientras escribes en una libreta en una cafetería silenciosa de Valdivia, mirando la lluvia caer. Pero también tiene esa sensualidad tranquila que lo hace perfecto para una cita con alguien que aprecia los detalles.

Funciona increíble en otoño e invierno, cuando el aire está fresco y seco. En verano se te puede poner un poco denso, a menos que estés en algún lugar con brisa, tipo Isla Negra al atardecer. Tiene excelente duración (unas 8-10 horas), con una estela más moderada, íntima pero persistente, como un secreto bien guardado.

Si te gustó XXV Marzo y andas con ganas de explorar cosas similares, podrías mirar hacia Tauer L’Air du Désert Marocain, que tiene ese aire de resina + especia + calidez, pero con más desierto y menos iglesia. También podría gustarte Memo Oriental Leather, si te gusta ese toque de incienso y cuero suave con más punch.

Este perfume es para quienes aman lo clásico con una vuelta inesperada. ¿Te animarías a usarlo como firma personal o más bien lo ves como algo especial para ciertos días?