Profumo Di Firenze Maraviglia
¡Maraviglia! Ya, este es otro viaje sensorial que te lleva directo al Mediterráneo, pero con una parada inesperada en la costa chilena. Imagínate un paseo por Zapallar en primavera: el mar al fondo, la brisa con sal y flores silvestres, y tú caminando con un vestido liviano, sin prisa. Así huele Maraviglia: elegante, luminoso, y con ese twist clásico que nunca pasa de moda.
La rosa está en el corazón del perfume, pero no es la típica rosa empolvada o cargada. Acá es rosada, fresca y con cuerpo, como si la hubieras cortado directo del jardín al amanecer. Pero lo que realmente la hace especial es cómo se combina con cítricos italianos (piensa en bergamota y algo de limón) y una base limpia y cremosa de almizcles y maderas claras. Es como si Rosa Damascena y un limón siciliano se tomaran un café frente al mar.
Lo encuentro perfecto para primavera y verano, pero no ese verano tórrido de San Pedro de Atacama, no. Más bien para el clima templado de Concón o esos días nublados de diciembre en Puerto Varas, donde no sabes si va a salir el sol, pero igual quieres sentirte radiante. Tiene una estela más suave, elegante, de esas que no gritan, pero se notan cuando pasas cerca. Y aunque no dura una eternidad, sus 5-6 horitas de vida son pura calidad.
Funciona increíble como perfume de diario si trabajas en un entorno más formal o creativo: te da esa presencia pulida, femenina y con personalidad, sin saturar. También es ideal para brunch, bodas al aire libre, o esos momentos donde quieres estar “bien vestida” sin llevar tacones.
¿Sabes a qué me recuerda un poco? A Delina La Rosée de Parfums de Marly, pero sin el lado tan frutal o juvenil. Maraviglia es más sobria, más adulta, pero sin perder el encanto.