Creed Aventus

Creed Aventus. El famoso, el infame, el “rey” de la perfumería nicho… y sí, también el más clonado del reino. Pero vamos a lo que importa: ¿vale la pena? ¿A qué huele de verdad? ¿Y en qué momento te va a hacer sentir como un conquistador moderno caminando por las calles de Santiago o una reunión en Las Condes?

Este perfume abre con una piña jugosa y vibrante, pero no es una piña tropical playera tipo La Serena. No, esta es una piña ahumada, elegante, como si estuviera madurando bajo un cielo nublado en un viñedo del Valle de Casablanca. Esa nota frutal se mezcla rápidamente con el toque ácido de la grosella negra y la bergamota, para luego dejar paso a un corazón donde aparece el abedul (que da ese aroma ahumado y seco tipo leña de fogata en el Cajón del Maipo) junto con un jazmín discreto y una rosa que no es nada romántica, más bien sofisticada y distante.

La base es donde se asienta el poder: almizcle, musgo de roble, ámbar gris y vainilla. Esa mezcla le da longevidad, elegancia y una vibra de “tengo todo bajo control” que se siente más en una sala de directorio que en la playa. Dependiendo de tu piel y el clima, puede durar entre 6 a 10 horas. En climas cálidos como Arica o Cartagena puede proyectar bien al principio pero luego asentarse cerca de la piel; en ambientes secos como San Pedro de Atacama, puede tener un desempeño más tenue pero elegante.

Ideal para otoño y primavera, y para alguien que quiera proyectar liderazgo sin gritarlo. Aventus no es para el que quiere pasar desapercibido, pero tampoco es para andar gritándole al mundo que tiene plata. Funciona excelente en citas elegantes, eventos sociales importantes, o incluso como fragancia de oficina para quien ya se siente cómodo con su estilo. No va con ropa deportiva, pero sí con una camisa bien puesta y actitud tranquila.