Soleil De Jeddah Afterglow de Stéphane Humbert Lucas es una fragancia luminosa y opulenta que captura el resplandor dorado del atardecer en una tierra de leyenda. Esta creación evoca la calidez del sol cayendo lentamente en el horizonte, donde los últimos destellos dorados bañan la arena del desierto, dejando un rastro de luz y calor sobre la piel. Afterglow es el resplandor que permanece cuando el día se va, una memoria olfativa impregnada de sensualidad y resplandor.
La apertura de Soleil De Jeddah Afterglow es un estallido de riqueza solar. Las notas de azafrán, tan lujosas y profundas, se combinan con toques de cítricos maduros que evocan la luz del sol bañando la piel. Este comienzo dorado tiene un carácter cálido y especiado que te envuelve como un manto de oro líquido, una sensación que mezcla lo efervescente con lo resinoso.
En el corazón, la fragancia se despliega con una voluptuosa mezcla de ámbar y rosa, donde la voluptuosidad floral de la rosa se entrelaza con el ámbar dorado que resplandece como las últimas brasas del día. Esta interacción crea una danza entre la luz y la sombra, entre la dulzura floral y la profundidad resinosa, añadiendo complejidad y sofisticación a la composición.
El fondo de Soleil De Jeddah Afterglow revela la majestad de las maderas preciosas, con el oud jugando un papel fundamental. Su carácter oscuro y terroso aporta una base sólida y envolvente, creando un contraste fascinante con las notas más luminosas. La vainilla suaviza los bordes de este acorde amaderado, añadiendo un toque de dulzura cremosa que se siente cálido y sensual en la piel, como si el calor del sol se fusionara con los aromas de la tierra.
Soleil De Jeddah Afterglow es una fragancia que equilibra perfectamente la luz y la oscuridad, lo cálido y lo profundo. Es ideal para aquellos que buscan una fragancia majestuosa y rica en matices, que evoque tanto la opulencia de un atardecer en el desierto como el misterio de las noches orientales. Este perfume es un tributo a la majestuosidad del sol, a su poder de iluminar y calentar, incluso después de que se haya puesto.